Comenzamos el año presentando en esta ocasión cuatro nuevos trabajos de nuestro estimado alumnado, correspondientes al
proyecto de investigación de la obra de un artista encuadernador, realizados durante el curso pasado. Este trabajo es un análisis de diferentes encuadernadores de reconocido prestigio por su obra, diferentes tipos, pautas y agentes que influyen en ella.
En el tercer trimestre, del curso pasado desde el módulo de proyectos, y propuesta, en
coordinación con el módulo de Taller de Encuadernación de 2º, para su
evaluación, realización y ejecución, se propuso este proyecto, la interpretación de la obra de un artista encuadernador.
Esta
propuesta es una intervención educativa en torno a un proyecto de
trabajo en el que el alumnado utilizará el arte y la encuadernación
para la investigación de una obra de un encuadernador. La inspiración
partirá de la reinterpretación de la obra de un artista encuadernador
previo proyecto de investigación.
A continuación, obra de inspiración y resultado final del trabajo realizado por la alumna Isabel Coronado Pérez: El
presente trabajo tiene como objetivo la realización de un libro
reinterpretando a algún encuadernador contemporáneo. Entre varios
artistas, donde se encontraban nacionales e internacionales, ha elegido Daniel knoderer, este fue un encuadernador francés moderno que creó
encuadernaciones escultóricas de forma libre.
Sus
portadas fluidas y de formas abstractas se extendían más allá de la
forma cuadrada de libro y presentaban incrustaciones de varios colores,
con detalles de forma libre, tallados y con paneles especiales.
Hijo
de encuadernadores, Knoderer nació en Sartrouville, Francia. Comenzó a
encuadernar a una edad temprana y ahora es considerado uno de los
encuadernadores más importantes de Francia. La característica mas
distintiva de su estilo de encuadernación es que está influenciado por
el Art Deco es su rechazo de las tradicionales tablas rectangulares en
favor de formas suavemente curvas.
Daniel
Knoderer, encuadernador contemporáneo que crea libros-esculturas
utilizando materiales tradicionales y modernos. La encuadernación de
este autor suele ser al principio, bastante tradicional, con lomos en piel, en algunas
ocasiones con nervios y casi siempre con media caña y cajo.
Daniel Knoderer, en sus obras suele
introducir colores vivos, elementos incrustados y superpuestos, gofrados
en piel, relieves, mosaico, dorado y la mayoría de las técnicas
tradicionales de encuadernación, pero no en la forma a la que estamos
acostumbrados si no que por ejemplo utiliza el dorado para crear motivos
lineales en tapas o guardas, forra los interiores de las tapas con
piel, la rotulación suele ser irregular, no alineada. En general sus
libros-escultura llaman la atención por la acumulación de elementos y el
uso de patas para mantener el libro expuesto de pie sin necesidad de
otra sujeción.
Otra característica de este autor es que las tapas no se adaptan al tamaño del libro respetando la correspondiente cejilla de unos pocos milímetros, sino que son un elemento independiente en general más grandes que el cuerpo del libro y con personalidad propia, aunque no por eso desligadas del contenido del libro.
En este caso, la alumna realiza una encuadernación con placas base y demás componentes electrónico, intentando encontrar una composición adecuada a la esencia caótica de Daniel Knoderer.
La tapa de atrás está formada por una placa base de dimensiones algo mayores que el cuerpo del libro que proporciona un buen apoyo tanto para dejar el libro sobre esa tapa como para poder dejarlo de pie.
En la parte delantera se unen dos piezas por el centro con un remache para aprovechar su conformación como patas delanteras de la escultura.
Seguidamente el trabajo realizado por la alumna Paqui Jurado; inspiración obra artista encuadernador, donde el diseño se basa en la artista Carmenchu Arregui, inventora de la estructura cruzada.
Durante los últimos años, esta encuadernadora, ha tenido la oportunidad de estudiar la estructura de muchos libros antiguos, la mayoría encuadernados en papel en pergamino flexible o semiflexible y se ha sentido fascinada por la intensa creatividad individual aplicada para resolver los problemas estructurales, muy especialmente en las encuadernaciones anteriores al siglo XVI.
Como consecuencia de ello, se ha ido sintiendo progresivamente más interesada en lo que le hace a un libro, que sea fácil de manejar y agradable a la vista y al tacto. Al mismo tiempo, ha comprobado la importancia de algunos elementos estructurales tales como una buena apertura.
Su trabajo se ha basado en el encuadernador francés contemporáneo Jean de Gonnet por el que se había sentido atraída por la inteligencia de su uso de la encuadernación de estructura visible. Cada vez que encuentra un tipo de costura o construcción que no ha visto nunca, la estudia cuidadosamente para entender su función.
Carmenchu fue estudiando diferentes tipos de encuadernaciones cosidas, a través del material del lomo, que le parecía que era la clase de encuadernación que se amoldaba mejor al libro, porque no necesita ningún tipo de soporte para la costura como cuerdas de cáñamo o tiras de cuero.
Cada cuadernillo, totalmente separado de los otros, sin embargo dado que algunos volúmenes precisa un fuerte soporte en el lomo, la solución ideal parecía ser coser los cuadernillos directamente al material de la cubierta, dejando al mismo tiempo el lomo libre para poder redondear y reforzarlo.
Encuadernación en estructura cruzada y rotulado del titulo grabado a la vela.
A continuación, obra de inspiración y resultado final del trabajo realizado por la alumna Pilar Domingo Diez de la Calzada: Inspiración
obra artista encuadernador, donde el diseño se va a basar en una de las
obras de Edgard Mansfield.
Edgar Mansfield (1907 - 1996) fue un encuadernador, ceramista y escultor de Nueva Zelanda, que ha sido descrito como la "principal inspiración detrás de la encuadernación británica moderna".
En lugar de adoptar los motivos decorativos tradicionales del encuadernador, buscó inspiración en las bellas artes contemporáneas. Sus diseños audaces y expresivos, derivados del lenguaje del arte abstracto, ayudaron a revitalizar el oficio de la encuadernación durante las décadas de 1940 y 1950.
La fuente de inspiración parte del libro realizado por Edgard Mansfield. En ella se subraya como los diseños de EM hablan, el lenguaje del arte más que de la educada decoración de muchas de las encuadernaciones de aquella época.
La vida que el creó manipulando la piel y el carácter físico de las recias impresiones con herramientas sobre la superficie de la piel destaca el conocimiento de la naturaleza de los materiales que utilizamos.
Mansfield será recordado por demostrar que la encuadernación es un medio para el artista como la pintura o la escultura. “Los encuadernadores debemos estar en constante búsqueda de lo que sucede en todas las formas de arte no solo en nuestro sector”. No hay duda de que el dinamismo y la creatividad de Edgar M. mantuvo al resto de encuadernadores británicos avanzando al mismo ritmo.
La alumna realiza una encuadernación entera en piel de cabra natural, teñida con tinta verdemar y azul turquesa. Planos anterior y posterior decorados con impresiones en diversos materiales (acetato, cable metálico, tarlatana, lija, etc.)
Guardas diseñadas en Photoshop e impresas en óffset, con el diseño del plano posterior. La ornamentación trata de integrar un diseño que se convierte en homogéneo a partir de materiales dispares, pero que se integran en su conjunto.
Por último el trabajo realizado por la alumna Inmaculada Laguna: La inspiración partirá de la reinterpretación de la obra de un artista encuadernador. De los encuadernadores propuestos ha escogido a Ana María Ruiz Larrea.
Ana María Ruiz Larrea (1947), es quizá la figura más carismática de la encuadernación española del siglo XXI. Es la profesora de encuadernación por antonomasia, una excelente enseñante a juzgar por los testimonios de sus muchos alumnos y por la influencia determinante en ellos. Su forma de ver la encuadernación rompiendo con el mundo de la encuadernación española del siglo XX que estaba anquilosada, su modo de comunicar, sin secretismos en las técnicas y con una estética contemporánea, fueron características que la definen.
Ana María Ruiz Larrea estudio Historia del Arte en Madrid. En 1981 viajó a Bruselas y recibió clases de la encuadernadora Christine Léonard (1949) y se preparó para el examen de ingreso en la Escuela de la Cambre de Bruselas, que aprobó en 1984. De 1983 a 1986, Ana Ruiz Larrea tuvo la suerte de tener como profesora a Micheline Bellefroid (1927-2008), conocida como “la dama de hierro” de la encuadernación en Bélgica por su rigorismo técnico y severidad. De ella aprendió una decoración “aestructural” y la construcción rigurosa del libro.
En las encuadernaciones de Ana Ruiz la forma del libro queda intacta, pues esta encuadernadora ha renunciado a las experimentaciones sobre la estructura. La aportación técnica más importante está en el soporte de las ornamentaciones: pieles preparadas para cambiar su apariencia natural, pieles impresas, chifladas, agujereadas, pieles raspadas, boxcalf con pequeños puntos de anclaje, incrustaciones de piel de cocodrilo en relieve, aplicaciones bombeadas decorados lisos embutidos”borde a borde”......
En las tapas anterior y posterior se ha empleado la técnica de mosaico “borde a borde” tomando como eje central el lomo del libro. Para la técnica de mosaico se ha utilizado una combinación de pieles de cabra de la misma gama de colores.
Este proyecto busca despertar el interés de los alumnos por la encuadernación artística, motivándolos para adquirir nuevos conocimientos.
”Nunca se debe empezar a encuadernar un libro,
ni siquiera una costura,
antes de tener una idea
precisa del resultado que se persigue”.
Todo esfuerzo tiene sus frutos. Es cuestión de ser constante,
tener paciencia, trabajar duro y nunca rendirte.
Enhorabuena y buen trabajo!
