Dicha fecha y como actividad de motivación para el alumnado y dentro de las actividades complementarias propuestas desde el Ciclo Formativo de Encuadernación Artística para este curso 2014 - 2015, tuvo lugar la visita a la Biblioteca del Museo Nacional Reina Sofia, situada en Ronda de Atocha de Madrid.
La visita fue guiada de manera espectacular por Antonio Majado, coordinador de la biblioteca, que de forma sensacional nos explicó minuciosamente cada obra seleccionada, así como, cual fue el origen de este espacio expositivo.
En el Centro de
Documentación y Biblioteca del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía los
libros de artista tienen consideración de material especial. Se trata de una
publicación originalmente concebida y diseñada por un artista como obra de arte
en sí misma. El autor toma consciencia de las características propias del libro
como objeto, intentando ir más allá de su consideración como vehículo de ideas
o simple representación de textos e imágenes; y aprovecha aspectos tales
como su capacidad de circulación geográfica, su bajo coste y la potencial
longevidad del soporte, para hacer más accesibles sus creaciones y llegar de
esta manera a un público que no se conforma únicamente con visitar una
exposición.
No obstante, existe cierta
problemática a la hora de sistematizar unos criterios que permitan
identificarlos, ya que a veces es difícil marcar los límites entre lo que es y
lo que no es un libro de artista. Para categorizar este tipo documental, el
Centro de Documentación y Biblioteca del Museo Reina Sofía considera una serie
de factores. Entre estos destaca, entre otros, que el artista lo haya concebido
como tal, pero este dato no siempre se hace constar en la publicación.
Otros factores como la participación del autor en el diseño, maquetación y edición del libro, la fecha de publicación, en caso de tratarse del catálogo de una exposición, la casa editorial, o la producción anterior del artista, pueden dar algunas pistas. Este leve límite fronterizo repercute, ineludiblemente, en la profesionalidad y el trabajo de los documentalistas del Museo que deben tomar decisiones cotidianas respecto a qué clasificación asignar a obras procedentes de ámbitos diversos.
En la Colección hemos encontrado obras de las neovanguardias norteamericanas y europeas. Desde la edición del Twentysix gasoline stations (1962) de Ed Ruscha, obra que inicia el concepto actual del libro de artista, a los libros minimalistas de Sol LeWitt, obras conceptuales de artistas como James Lee Byars, On Kawara, Hanne Darboven, Marcel Broodthaers, Ian Hamilton Finlay o publicaciones Fluxus de George Maciunas o Ben Vautier.
Otros factores como la participación del autor en el diseño, maquetación y edición del libro, la fecha de publicación, en caso de tratarse del catálogo de una exposición, la casa editorial, o la producción anterior del artista, pueden dar algunas pistas. Este leve límite fronterizo repercute, ineludiblemente, en la profesionalidad y el trabajo de los documentalistas del Museo que deben tomar decisiones cotidianas respecto a qué clasificación asignar a obras procedentes de ámbitos diversos.
En la Colección hemos encontrado obras de las neovanguardias norteamericanas y europeas. Desde la edición del Twentysix gasoline stations (1962) de Ed Ruscha, obra que inicia el concepto actual del libro de artista, a los libros minimalistas de Sol LeWitt, obras conceptuales de artistas como James Lee Byars, On Kawara, Hanne Darboven, Marcel Broodthaers, Ian Hamilton Finlay o publicaciones Fluxus de George Maciunas o Ben Vautier.
Excepcionalmente y como grupo interesado por un tema específico relacionado directamente con las artes aplicadas al libro, como es la encuadernación artística, pudimos disfrutar de ejemplares bellamente encuadernados en un ambiente relajado y de forma pausada durante una hora.
Que no decaiga la pasión por el arte y por los libros.
Muchas Gracias estimado Antonio.