Pasta española es la encuadernación genuina de España; Es el libro cubierto con piel de cordero curtida y preparada por el encuadernador, con un jaspeado en forma de ráfagas de color negro o de café, más o menos claras, producidas por manchas de sulfato de hierro.
Los encuadernadores aplicaron el machado y jaspeado a las pieles, de calidad inferior, con la finalidad de que ofreciesen grato aspecto a la vista. Su práctica se remonta a principios del siglo XVII. Para el jaspeado usaron brochas de cerdas ásperas, humedecidas en disoluciones de sales metálicas y, principalmente, del hierro.
Las pieles se humedecían con agua. Las gotas de los reactivos se deslizaban de unos lugares a otros; las pastas de los libros, presentaban con el jaspeado un aspecto semejante a las vetas de las maderas, de las raíces y de los mármoles. Para el jaspeado se albuminaba o engomaba la superficie de las pieles, sentadas sobre los cartones de los libros.
El jaspeado de las pieles en pasta española cada vez se practica menos por la poca demanda del mercado, por este motivo esta modalidad de encuadernación va desapareciendo en la actualidad.
En otros tiempos era misión del encuadernador jaspear y pintar las pieles, hoy en día y estando todo tan industrializado por ciertos especialistas y fabricantes de curtidos, se presentan en el comercio, maravillosamente jaspeadas, pieles de todas clases y, a la vez, económicas.
Conviene tener presente que todos los colores formados con ayuda de ácido nítrico, sulfúrico y agua regia, son poco recomendables; porque si sus fórmulas no se calculan bien, a los pocos años, en las pieles pintadas por estos métodos se desprende la carne por exceso corrosivo, quedando los libros de algún valor viejos y carcomidos por los ácidos, con su consiguiente depreciación.
Útiles que
se emplean para el jaspeado.
1. Un bastidor formado por cuatro reglas con
cantos biselados, encajados en dos barrotes para que se puedan correr.
Sustituyen también a este aparato unas
reglas sobre pies graduables, para darles inclinación. También, a su vez, se
puede utilizar para jaspear la prensa de dorar los cortes y lomo o hacer cajos.2, Dos escobillas: una de raíces de esparto, para el agua, y otra de raíces de arroz, para esparcir el tinte.
3. Un balde de regular anchura para tomar el agua.
4. Varias esponjas para absorber el agua y el color, a fin de que no manche el color los cantos y cejas de las pieles.
5. Un palo duro, redondo, para sacudir sobre el la escobilla al esparcir el tinte.
Una belleza! Me encantaría poder hacerlo! Saludos desde Argentina
ResponderEliminarMuchas gracias. Me llena de satisfacción que te guste y valores nuestro trabajo. Un saludo desde Córdoba.
ResponderEliminarBuenos días. Coincido con Mecha; una belleza. Se puede aplicar un poco de lanolina para revitalizar la encuadernación sin dañarla?
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