Comenzamos las entradas en este mes de marzo recien comenzado con la iniciación al dorado. En este segundo trimestre el alumnado de 1º de Encuadernación realiza una primera práctica de iniciación teorico práctica al dorado.
El objetivo de esta Unidad Didáctica del módulo de Taller de Encuadernación de 1º, es utilizar los hierros o bronces de dorar, así como conocer la temperatura adecuada para un determinado material.
El dorado es incompatible con las prisas y con la impaciencia. En el dorado se parte siempre de reglas generales que es preciso respetar, sino queremos llevarnos desagradables sorpresas. Quien no las cumple, repito, de entrada se lleva sorpresas inauditas, que tienen mal o peor remedio. Es por ello mi insistencia desde el principio, y desde este momento, como docente, y la insistencia de la mayoría de los buenos maestros en ensayar, ensayar y ensayar.
La práctica y la constante atención del que va a aprender a dorar a lo que está haciendo, es el mejor de los maestros, sobre todo en el tema del calor.
Se toma la paleta filete y se calienta. Cuando se estima que ya está suficientemente caliente se aparta del fuego, la temperatura de esta será de entre 90º y 100º. Se humedece el hierro y cuando se deje de oír el chisporroteo del agua en la paleta, esta estará en su punto para marcar la línea.
Se dice, que para aprender a dorar bien se necesitan 10 años de práctica y que el dorador no solo esté entusiasmado con lo que hace, sino que busque la manera de enriquecer su experiencia, pues la técnica avanza cada día, y cada día surgen nuevos materiales que pueden en muchos casos, por unas causas o por otras, sustituir por su mayor facilidad o belleza a los que estamos empleando.
Naturalmente se puede dorar con menos tiempo de práctica, sino magistralmente, si de una forma aceptable para que los libros queden en nuestra biblioteca, con un aspecto bonito, agradable y decoroso. EN EL DORADO NO HAY PRISAS.
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